Una vecina que barría la acera me despertó temprano ese día. Me levanté deprisa y, como siempre hacia, estirado en el suelo miré por el agujero para ver quién estaba trajinando en la planta baja. Di un salto y me asomé a la escalera para llamarte: — ¡Mama, Mama!— muchas veces y muy fuerte, por […]
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