Con un gintónic a medias y escuchando a Rosario y a Diego… te quiero vida mía, te quiero, te quiero…

Frente a mí la partida en fase de medio juego. Un despiste y todo se irá al traste.

Procuro olvidarte, dejar mi mente en blanco, imaginar que nada está pasando, pensándote, mientras muevo y muevo en el instinto, con la rapidez del pensamiento inexistente, como cuando salí esta mañana temprano y sin luz, (tareas de mantenimiento sin pedidos), y cuando volví a la tarde, más allá del mediodía, el último, a la hora en que  ya no queda aparcamiento y de dar vueltas y más vueltas …

Un detalle agradable que me esperasen  para comer una deliciosa pasta fresca con tropezones de champiñon y salchichas al temple del microondas.

Neflix en serie hasta la seis y veintitrés en punto. Luego me dormí (soñé un sueño extraño)  un santiamén.

Hasta que el juego se detiene… ¡Se quedó sin tiempo!

 

Joan López

Marzo 2020-Santa Perpètua de Mogoda