UNA HISTORIA DESDE EL CONFINAMIENTO: CAPITULO XXXII
Esta mañana, Ana y yo, nos hemos despertado a la par, sentados sobre la cama en acorde incorporación y sobresaltada sintonización, con la mirada hemos decidido hacer puré de calabacín para comer, aunque en el fondo sé que ella prefiere las alcachofas al horno.
Los alcalabacines están bien porque son fáciles de cocinar, de cualquier forma y sin complicaciones. Hace tiempo que no comemos y la verdad es que me hace hasta ilusión y todo. Ella ya está en la cocina, buscando la fuente de cristal que usamos la última vez para hacerlos al horno. Me ha dicho que baje, en un momento, a comprarlos al Eurohalal que es lo más cercano. A mirado desde el balcón y dice que los alcachocines se ven genial, súper bien colocados en la caja inclinada, al lado de las berenjenas, las coliflores, las acelgas y otros tipos de verduras que son más raras.
–Baja ya, antes de que lleguen las mascarillas a revolverlo todo—me ha sugerido con voz imperativa.
Y bajo, y compro y subo rápido…
Puré de alcachofas al horno… o sólo al horno, sin puré.
Joan López – Mayo de 2020
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