ANDREA y SU HAMSTER RAYO

UNA HISTORIA DESDE EL CONFINAMIENTO: CAPITULO XX

Ellas se han ido a pasear al balcón y yo estoy sentado frente al ordenador tratando de inspirar un escrito para  el Capítulo desde el confinamiento de hoy. Cerveza en mano están comentando lo hermoso que está el cactus que tenemos fuera, sobre el aparato del aire acondicionado.

–Esta grandioso—Dice una.

–Si, muy grande. Cada vez que lo miro me acuerdo de Rayo—Contesta la otra.

Rayo era un hámster que tuvo Andrea de pequeña y cuando murió la sepultura se la dieron en el tiesto de los cactus. Yo no pude asistir al sepelio porque estaba trabajando pero me tuvieron informado en todo momento, por WhatsApp. Por entonces el cactus era pequeño, como el hámster, nada que ver con ahora. Lo cierto es que  pasa el tiempo y la conversación del balcón  se va repitiendo, más o menos en los mismos términos, cada vez que sale el tema de la hermosura del cactus. A mí me pasa, cuando me tomo el gin-tonic al fresquito del balcón, me gusta mirarlo, no sé si a Rayo o al cactus, y confesarle algún que otro pensamiento que necesite nausear en el momento, ahora que ya son grandes y me entienden…

Cuando entran le digo a Andrea que me escriba un colaboración para el blog:

“RAYO”

El   meu   hàmster es  molt  suau ,  es  de  color  blanc,  es  petit  i   una    mica   dolent . Ho  mossega tot ,  li  agrada   jugar   i  esta   tota  la  estona   mossegant l’ escala , li  agrada  menjar .

EL HAMSTER

Aquests   rosegadors solitaris,  originaris  del  desert  de  Síria,  són  molt  juganers  i  es mantenen  actius  tant de dia  com  de  nit.

El  daurat  es  el  mes  conegut,  però hi  ha  races  d’ altres  colors,  hàmsters  pigmeus  i  fins  i tot  hàmsters  de  pèl  arrissat.

La  gàbia  del confinament s’ ha  de  col·locar  en  un  racó tranquil, a recer del  fred i  dels  corrents  d’aire,  i ha de  contenir  encenalls  de  fusta ,  paper  o  retalls  de  roba  perquè  l’animal  es  pugui  construir  un  niu. A més, com que  als  hàmsters  els agrada amagar-se   convé  instal·lar-hi   una  caseta  de  plàstic  o  de  terrissa.

TENIR  UN  HÀMSTER  A  CASA

És  recomanable  criar-ne  i confinar només  un,  ja  que  dos  hàmsters  junts,  tant   mascles  com  femelles,  tendeixen  a  barallar-se.

Al hàmster   no  li  agrada  que  el  molestin   i  pot   arribar  a  mossegar  fort,  però  si  l’amo  té   paciència,  es  deixa  domesticar  de  bon  grat. Alimentar-lo  és  ben  fàcil:  menjar    gra, llavors,  fruites,  verdura  i  carn  cua,  sempre  en  petites  quantitats;   en canvi,  no  suporta  els  aliments  cuits.

FI

Andrea López – desembre 2006

Joan López – Abril de 2020