LA COMIDA

Una historia desde el confinamiento: CAPITULO IV

Buenos días amigos, [Aquí os iría contando un chiste pero… ¿Qué queréis? ¡No está el horno para bollos!] ¡Bienvenidos a “Mi cocina en vuestra casa confinados”!

Hoy vamos a cocinar un plato contundente, de los que le hacen daño al virus, y se lo vamos a dedicar a nuestro gran amigo Javi que está felizmente confinado en otra casa. Como Javi es asturiano, vamos a cocinar, obviamente, una Fabada Asturiana. Manos a la obra:

Para eso vamos a necesitar unos 700 gramos de Fabes, 300 gramos de Lacón y 300 más de Panceta Ibérica, que habremos tenido en remojo, por separado, toda la noche anterior. También un par de morcillas y un par de chorizos de buena calidad, que si pueden ser de los de la matanza del pueblo mucho mejor, y un ajo, una cebolla, sal, azafrán y, cómo no, un poquitín de perejil rico, rico. Bueno, en una olla, ponemos todos los ingredientes a cocer durante bastante tiempo, unas 3 o 4 horas… ¡Ojo! Lo que haya que pelar lo pelamos y lo que haya que trocear lo troceamos, previamente, claro. Si acaso, por favor, leer primero toda la receta para haceros una idea y después otra vez, paso a paso, con calma para no colaros… ¡Gracias!

Pero seguimos: según nos cuenta Javi, de vez en cuando hay que ir “asustando” la cocción… Que no es otra cosa que añadir agua fría para que pare de cocer, y hacerlo varias veces a lo largo de todo el proceso. ¡Si algo tenemos es tiempo!

¡Ah, que no se me olvide! A eso de media cocción hay que añadir el azafrán.

Y ya, por fin, tras la cocción, recuerdo que son 3 o 4 horas,  sólo hay que esperar un poco más, como una media hora o así, para que “las fabes” cojan más sabor y poder degustarlas en su plenitud. Os diría que mejor al día siguiente pero como dice el anuncio: ¡Hay prisa! ¡Y también hambre!

Bueno, con esto del confinamiento es posible que no tengáis en casa todos los ingredientes necesarios, ni la paciencia necesaria, ni a un gran amigo asturiano llamado Javi. En ese caso os recomiendo lo que he hecho yo en esta ocasión:

Mirar la foto:

Podéis sustituir los ingredientes por cualquier otro que tengáis en la nevera y que pueda  servir. Yo he troceado el pimiento y la cebolla, y en una cazuela, la que uso para casi todo, he puesto a calentar un chorreón de aceite de oliva y después a sofreír el ajo picado junto a los trozos de carne de estofado de una bandeja que encontré después, al poco he añadido el pimiento y la cebolla y el pimentón en una cantidad generosa, y un poquitín de tomate frito “Orlando” para darle un poco más de color. A los diez minutos exactos —¡Esto es importante! – he añadido las alubias de bote previo aclarado con el agua del grifo en modo ducha… ¡Genial! Un poquitín de agua para cubrirlo todo, porque al final no he utilizado el caldo de pollo, y quince minutos más hasta apagar el fuego. ¡Y el perejil, rico, rico! ¡Y ya está!

Como tampoco nos quedaba vino, como “maridaje” hemos recurrido a un Cava Brut Catalán que teníamos fresquito… ¡Creo que desde Navidad!

¡Buen provecho!

Joan López – Abril de 2020